martes, 22 de diciembre de 2009

Oasis sediento

En la orilla de tus ojos,
allí me encontré con la verdad oculta,
la que imaginé cuando andaba solo por tus palabras nunca dichas.
Sé que cerrarás los labios
cuando acerque mis manos a tu pecho,
el que me espera,
el que no conozco,
pero haré real el beso inventado
por las noches dibujadas en tu espalda.
Y cuando sienta el aroma de tu vientre
haré lento el deseo,
dulce mi lengua,
respirables tus caderas,
las mismas que tiemblan
cuando acorralo con mi cuerpo tu enigma, abierto y ardiente.
Y al final del camino, la boca seca de tanto amar.
.