sábado, 28 de marzo de 2009

Alcorisa, la sonrisa bilingüe

(Este artículo me fue publicado en el nº 39 de "La Crónica del Bajo Aragón")
Ahora que las palabras son más audaces y el porvenir se asoma con gesto seguro es más honesto hacerle caso a la Historia y convenir que los sueños están hechos de la misma materia que la esperanza. Al igual que Martin L. King, nosotros también tuvimos un sueño. En efecto, we had a dream.

Alcorisa es el lugar que hemos elegido para vivir, trabajar, amar y crecer y en él, en ese sueño, nuestro pueblo se convertía en una comunidad en la que el lenguaje era su herramienta más preciada, en la que sus ciudadanos abrían las ventanas a otras formas de entender el mundo y aprender que la línea del horizonte es un abrazo con lo que no conocemos pero anhelamos hacer nuestro. En el sueño contemplábamos otras culturas y veíamos a sus ciudadanos hablar dos lenguas, dos universos unidos.

Soñábamos que los jóvenes de Alcorisa se acercaban a la vida empleando dos idiomas. Uno, el propio, el que llamamos castellano (o español, depende esto de que nos avergüence o no la tiranía de la corrección), que es nuestra alma y nuestra madre. Otro, el idioma universal, el inglés, que es la llave del futuro, la puerta por la que llegar a un mañana más abierto donde el progreso es el compañero inseparable. Dos lenguas para una comunidad dispuesta a la superación y el bienestar de nuestros herederos.

Con sólo soñarlo ya merecería la pena vivir, pero podemos mostrar nuestra alegría cuando el Colegio “El Justicia de Aragón” ya lleva cuatro años trabajando en un Proyecto Bilingüe que hará, junto al IES “Damián Forment”, que este sueño sea una realidad dentro de unos años. Nuestros alumnos ya están siendo educados en dos idiomas y están entendiendo el mundo y la vida en dos idiomas: español e inglés. Esta apuesta, que no es sólo del Colegio, sino de Alcorisa, es la decisión más trascendente que en términos sociales se ha tomado en nuestra localidad en los últimos años. Conlleva unas consecuencias que transformarán extraordinariamente el tejido económico, empresarial, cultural y social, más allá del nivel educativo que cada ciudadano alcance. Poder contar con ciudadanos capaces de comunicarse naturalmente en dos lenguas es un capital humano de tal calidad que sólo el paso de los años nos permitirá valorar en su justa medida.

Sí, tenemos un sueño. Y lo estamos cumpliendo, con entusiasmo y con capacidad de compromiso y esfuerzo compartido. Y sí, hemos comprobado que los sueños se cumplen. Yes, we can.

Juan Antonio Pérez-Bello
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